jueves, 4 de abril de 2013

Amuleto del Patriarca







Se sabe por los sabios del culto a Rao, que este amuleto ha sido entregado de patriarca en patriarca durante siglos. Al desaparecer Agath, el amuleto desapareció con él, hasta hoy. Recuperar esta reliquia siempre ha tenido importancia para la fe del dios del bien y la razón. Su creación es un misterio, pero el propio culto argumenta, sin tampoco fuentes escritas fiables en las que basarse, que habría sido puesto por el mismísimo Rao en Oerth antes mismo de la llegada del hombre, escondido reposó durante milenios, hasta que el primer patriarca de la primera tribu lo encontró, guiado por la sagrada deidad.
El mágico y dorado metal del que está fabricado este pesado amuleto es inmune a toda fuente de daño, y se especula que solo las frías garras del señor del abismo Demogorgón pueden destruirlo. De hecho, la criatura que habita la sima del abismo anhela aniquilar todo artefacto sagrado que esté vinculado a Rao. Se sabe que si el portador llegase al abismo, podría ser detectado y localizado rápidamente por las huestes infernales.
El amuleto tiene conciencia propia, y su voluntad es afín a los deseos de la mismísima deidad. Puede retirar sus beneficios a cualquiera que no actué según sus preceptos. Todas las habilidades que proporciona el poderoso objeto son realizables solo en respuesta a una breve y sincera oración a Rao, no existen palabras u órdenes de activación especificas.
Se puede llegar a ser portador del objeto normalmente de tres maneras: O el anterior portador te lo entrega voluntariamente, o el amuleto es encontrado por alguien cuando ha sido rechazado por el anterior dueño, o este ha fallecido. El amuleto se mostrará como un objeto sin más beneficio que el valioso y pesado oro con el que ha sido forjado, si no ve digno al nuevo portador tras una rápida inspección telepática, en la que examina sus ambiciones más evidentes, su ideología mas básica, sus creencias religiosas y su alineamiento. Entonces puede decidir mostrase como un amuleto no mágico, o como el artefacto que realmente es. Cualquier criatura que demuestra bondad y otras virtudes asociadas a Rao puede ser merecedor del amuleto, sin necesidad de pertenecer a su iglesia.
Una vez que el nuevo portador es elegido por el amuleto, este transferirá telepáticamente toda la información sobre sus funciones y condiciones. Todo lo que está escrito en esta hoja es sabido entonces, de un segundo para otro. También, el nuevo dueño recibirá como recuerdo propio, información básica sobre cómo se separó de su anterior dueño. Esta habilidad fue de utilidad, por ejemplo, en 532 c.y., cuando el entonces patriarca de Rao, Samuel "sagrada mano", fue atacado por el despiadado Hygruckaseramthik, verdugo de Incabulos, asesinándole en su propia cama. El nuevo portador adquirió ese recuerdo y así pudieron saber del ataque, poder perseguir al culpable y llevarle ante la justicia.



Recuerdo de Agath:


El lugar de ese recuerdo parece ser el mismo pantano, al anochecer. Agath esta tumbado entre el fango, su blanca vestimenta está cubierta con una mezcla de sangre y barro. Le cuesta sujetar, aferrar su mano al mango de su maza. Enfrente suya distingues la roca, pero lo más horripilante es la visión de una colosal serpiente negra con dos cabezas draconianas. Una de ellas exhala vapores ardientes, y la otra un aire gélido. La criatura se acerca cada vez más a Agath, como el cazador que se dispone a rematar a una huidiza presa.
_ Heraldo de Wastri, aquí me tienes, no voy a huir. Tu ganas, pero lo peor no es eso, lo peor es que no eres consciente de las consecuencias de ello._ Recrimina Agath a la negra serpiente.
_ Tu profanaste mi templo sacerdote, has invadido mi hogar y estas pagando por ello. No me interesan..._ Pero las palabras del dragón son interrumpidas por el grito aleccionador de Agath.
_¿!Es que no has visto la intrusa oscuridad!?, nacerá cerca de aquí, donde se va a erigir la ciudad de muerte, ¿!Crees que eso no te va afectar!?,¡Ni tu señor será capaz de librarse de él, porque será demasiado tar..._ Las palabras del patriarca se ven interrumpidas por las llamas que lanza una de las cabezas de la criatura, que rodean el ya maltrecho cuerpo del sacerdote. Estas producen horribles quemaduras en su piel. Agath se retuerce en el suelo, agonizando, con la respiración entrecortada y entre contenidos gemidos de dolor. Entonces su mente, intentando evadir el sufrimiento, eleva una plegaria final a Rao. Su adversario vuelve a hablar, consciente de que ya no volverá a ser interrumpido.
_No Agath. No he tenido tus delirios. Esas fantasías, como tus restos, serán pasto de mi pantano._ Entonces, una de las cabezas se vuelve y mira en una dirección fuera del alcance de Agath y su amuleto._  ¿Satisfecha, mujer?_ Y una fría voz femenina, que presencia la escena desde la sombras, responde.
_ Si, Lord Linnorm. Es lo acordado. Repartámonos el... botín.
Entonces llega el último aliento, y la nada.

Propiedades:


- +6 a Sabiduría
- +6 de bono CA y TS's (Desvío a CA y resistencia en tiradas de salvación)
- Actúa como un símbolo sagrado de Rao que una vez al día, Y a discreción del mismo amuleto, puede aplicar 10d10 de daño de energía positiva a cualquiera que lo toque.
- El portador es inmune a cualquier conjuro o efecto de la escuela de encantamiento/hechizo que sea causado por cualquier criatura no buena.
- +15 a las pruebas de concentración y al saber de religión.
- El portador puede pedir, en una sencilla oración a Rao, que el amuleto produzca los siguientes efectos, una vez al día, como acción de asalto completo y nivel de lanzador 20 (SAB 22):
- Aura Sagrada
- Custodia contra la muerte en grupo
- Santuario en grupo